Se acercan unas fechas señaladas en las que la mayoría de las familias se reúnen para celebrar la Navidad. En muchos casos son días de reencuentros, felicidad y amor pero,… en muchos otros, es el momento de volver a juntarse con esa persona que no soportas o con la que te llevas mal.

Sí no te apetece juntarte con ciertas personas durante estos días no lo hagas. No obstante, y aunque no te apetezca asistir a algunas reuniones, puede ser que sientas presión por tener que estar presente en algunas comidas o cenas navideñas y en las que ir es la mejor alternativa que puedes tomar. Quizás por varias razones:

  • Por evitar conflictos con tú pareja o familiares.
  • Por querer hacer feliz a una o varias personas que estarán ese día y que sabes que les hace mucha ilusión que vayas.
  • Porque hay algunas personas en esa comida a las que sí te apetece ver.

 

¿Qué podemos hacer para sobrevivir a estas reuniones familiares?

  • Antes de ir intenta ajustar tus expectativas a la realidad. Si ya conoces a cada miembro de la familia y cómo suelen transcurrir estas reuniones, no idealices el encuentro imaginando que va a ser de otra manera. Esto ayudará a que no te frustres y puedas aceptar mejor la situación. A su vez, te ayudará a visualizar previamente cómo gestionar ciertos momentos tensos que se puedan generar, lo cual te dará confianza en ti mismo y te permitirá afrontar con más fuerzas el encuentro.
  • Afrontar el encuentro con buena actitud, te ayudará a ver las cosas de otra manera. Quizás, contagies tu positividad y contribuya a que todos estéis más relajados o sino, sencillamente, a que transcurra la reunión de una forma más amena para todos o al menos para ti.
  • Evita sacar temas que puedan resultar polémicos, ya sean temas de política, situaciones conflictivas del pasado o temas que ya sabes de antemano que van a generar un desencuentro. Quizás en estas reuniones la mejor opción sea hablar de cosas triviales, anécdotas y comentarios neutros que permitirán que se pueda desarrollar la velada de la manera más práctica. Evitar enfrentamientos te va a permitir sentirte más cómodo.
  • Si las conversaciones que se generan te aburren o te resultan desagradables, siempre puedes optar por estar presente sin estar escuchando lo que se dice. ¿Cómo se hace esto? Puedes aprovechar para centrarte en saborear la comida y centrarte en todos sus matices y texturas. Si realizas esta práctica de “comer de manera consciente” te aislarás por unos momentos del mundo, come poco a poco, saboréalo al máximo y siéntete a gusto con las sensaciones que se despiertan en tu paladar y por poder tener la oportunidad de tener un plato qué comer, piensa muchas personas estos días no tienen esta posibilidad, así que en ese sentido eres una persona afortunada.
  • No te fuerces a intentar agradar a todos, simplemente se trata de aplicar las estrategias anteriores para lograr sentirte lo más relajado posible antes y durante la reunión y una vez se acabe la comida puedes decidir irte, si te apetece te quedas un rato más y si sientes que ya has tenido suficiente puedes decir que has quedado o tienes otros compromisos y que te tienes que ir.

 

 

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