El 24 de mayo se celebra el día nacional de la epilepsia con el fin de que la sociedad recuerde que la epilepsia existe, que es invisible en muchas ocasiones y que las personas que la padecen y sus familiares necesitan apoyo de todos los sectores de la sociedad.

 

¿Qué es la epilepsia?

La epilepsia es una enfermedad crónica del sistema nervioso central, que se manifiesta en forma de crisis inesperadas y espontáneas, desencadenadas por una actividad eléctrica excesiva de un grupo de neuronas hiperexcitables. Para hablar de epilepsia hay que haber padecido, al menos, dos crisis.

 Las crisis epilépticas por sí mismas no son una epilepsia, sino que son un síntoma o trastorno motivado por múltiples causas que producen irritación y funcionamiento anormal transitorio de las neuronas. Esta predisposición a generar crisis epilépticas tiene repercusiones físicas, psicológicas y sociales en la vida de las personas que la padecen.

La epilepsia es la segunda enfermedad neurológica más frecuente después de las cefaleas y puede afectar a cualquier persona a cualquier edad.

 

Trastornos psicológicos más frecuentes en las personas con epilepsia: 

  • La depresión es más frecuente en los pacientes con epilepsia que en la población general. La calidad de vida de los pacientes epilépticos es mejor cuando están libres de crisis, pero cuando las crisis no se pueden controlar por completo la calidad de vida se relaciona más con la depresión que con el número de crisis. Las causas de la depresión en el paciente epiléptico pueden ser: la reacción a una enfermedad crónica invalidante como la epilepsia, la misma epilepsia (es más frecuente en algunos tipos de epilepsia como la epilepsia del lóbulo temporal mesial), y el efecto adverso de los fármacos antiepilépticos.
  • La ansiedad es un estado emocional que presenta reacciones de miedo o aprensión anticipatorios de peligro o amenaza inespecíficos, acompañadas de una activación del sistema nervioso autónomo. En las personas que padecen epilepsia, suele manifestarse por síntomas corporales de tensión física y aprensión respecto al futuro. Se caracteriza por la aprensión al no poder predecir o controlar sucesos próximos
  • Las psicosis son cuadros psiquiátricos graves poco frecuentes que precisan tratamiento psiquiátrico.

 

Consecuencias neuropsicológicas de la epilepsia:

 Las consecuencias neuropsicológicas pueden ser el resultado de diversas agresiones, como las lesiones cerebrales responsables de la epilepsia, la naturaleza de la epilepsia (tipo y frecuencia de las crisis), y la influencia del entorno sobre la personalidad del paciente. Si estas agresiones son leves no sucederá nada. En caso contrario, en el paciente pueden aparecer diversos problemas, tanto permanentes como transitorios. Son los siguientes:

  1. Las alteraciones de la memoria, que se queja mayoritaria de los enfermos de epilepsia, son reales y graves. Su mecanismo todavía no está claro.
  2. Alteraciones del humor. El mecanismo que los produce no es muy evidente, pero a menudo aparece la ansiedad crónica, el desaliento y la inestabilidad del humor en numerosos pacientes. Los estados depresivos son bastante frecuentes. Está demostrado que los factores psicosociales provocados por esta enfermedad influyen negativamente. Los fármacos antiepilépticos también pueden ser responsables en parte de esta situación.
  3. Alteraciones en la capacidad intelectual. Es muy importante aclarar que ningún estudio cubre toda la gama de enfermos de epilepsia. En síndromes epilépticos muy graves podemos encontrar lentitud en la expresión verbal y motora más que el pensamiento, y alteraciones en el aspecto demencial.
  4. Alteraciones del comportamiento. En algunos síndromes epilépticos severos se puede observar reacciones desproporcionadas a los estímulos que las desencadenan.

 

Terapia psicológica en la epilepsia:

 Las intervenciones psicológicas se usan para intentar reducir la frecuencia de las convulsiones, mejorar la calidad de vida y evitar los efectos adversos de los medicamentos en personas con epilepsia. Pero además, existen muchos otros aspectos, por los que resulta beneficioso para las personas que padecen epilepsia, recibir ayuda terapéutica, ya sea esta individual, colectiva o ambas.

Las personas que acuden a terapia grupal (personas que padecen la epilepsia o sus familiares), se benefician de una red de apoyo emocional y social, reciben empatía y comprensión  al hablar con personas que entienden y comparten sus dificultades y sentimientos ante ellas, establecen nuevas relaciones que antes no tenían o habían perdido a causa de la epilepsia, aprenden más acerca de esta enfermedad, de su tratamiento y de nuevas formas de hacerle frente, y aprenden a ser más independientes de las familias y más participativos en su medio social.

Las terapias individuales, se aborda cualquier problemática puntual que pudiera surgir en la vida de cada una de las personas afectadas, como puede ser la adaptación escolar y laboral, los cuadros clínicos de ansiedad o depresión, las habilidades sociales y la asertividad, la motivación para mejorar su situación actual, así como la aceptación del problema y el aumento de su autoestima.

 

 

Fuente https://www.apiceepilepsia.org/

 

 

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