Debemos estar informados y prevenir acerca de las drogas legales (fármacos, tabaco y alcohol) y de las drogas ilegales (cannabis, cocaína, anfetaminas, alucinógenos, éxtasis…). Pero, ¿qué es una droga? Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), una droga es toda sustancia que, introducida en el organismo por cualquier vía de administración, puede alterar de algún modo el sistema nervioso central del individuo que las consume.

 

Por lo tanto, es fundamental que nuestros hijos e hijas:

  • Tengan toda la información necesaria sobre las drogas y
  • Sepan decir NO cuando se les presente la ocasión de consumir.

 

Como padres, surgen diferentes inquietudes y dudas sobre cómo actuar y qué hacer respecto a este tema con nuestros hijos. Por ello, podemos mantener ciertas adecuadas actitudes desde casa para favorecer las anteriores premisas, como son:

  • Háblale en un lenguaje que él/ella pueda entender y que se adapte a su realidad.
  • No vayas de autoritario, el tono sermón no te servirá y puede que incremente más su curiosidad por las drogas.
  • Escúchale atentamente y respeta sus opiniones, aunque no estés de acuerdo. Hazle saber de buenas maneras, cuáles son sus errores y dale la información adecuada y contrastada.
  • No le sometas a un interrogatorio, ya que así no tendrá la libertad suficiente para expresarse.

 

¿Cuáles son los factores de protección y prevención ante un posible consumo de sustancias?

  • Demostrar a tu hijo que le quieres y que por encima de todo, estás ahí.
  • Educar en la autonomía y la seguridad personales.
  • Fomentar la comunicación y el diálogo.
  • No tengas miedo a ejercer la autoridad necesaria, hay que establecer unas normas y límites claros.
  • Mantente firme en cuanto al consumo de sustancias. Tolerancia cero y predica con el ejemplo, no consumas nunca delante de él.

 

En ocasiones, y pese a desarrollar los factores citados en la educación en el hogar, se pueden  se dan situaciones de consumo por parte de nuestros hijos e hijas. A veces no se sabe muy bien cómo intervenir y actuar. Entre otras cosas, podemos realizar las siguientes actitudes:

  • Dialoga y analiza la situación.
  • Muestra interés, preocupación, ayuda y apoyo.
  • Aborda la situación como una persona con un “problema” no como si él o ella fuera un “problema”
  • Mantén la calma.
  • Acudir a un profesional cuando la situación nos desborde, para buscar ayuda y asesoramiento en cuando a la conflictiva situación y dar comienzo a un   tratamiento psicológico y fisiológico si fuera necesario.

 

Publicaciones Relacionadas