En ocasiones nos encontramos con niños y adolescentes que obtienen un rendimiento académico por debajo de lo esperado según su nivel de inteligencia. ¿Por qué ocurre esto? Generalmente estaremos hablando de dificultades de aprendizaje.

El trastorno específico del aprendizaje es un trastorno del neurodesarrollo con una base biológica, a menudo con carga genética. Implica una dificultad inesperada y persistente para la adquisición de algún aprendizaje como la lectura, la fluidez y la comprensión lectora, la expresión escrita y la ortografía, el cálculo aritmético y el razonamiento matemático. Nos referiremos a trastornos del aprendizaje si se presentan estas dificultades a pesar de no haber una capacidad intelectual por debajo de lo esperado, de estar recibiendo una educación convencional y de disponer de oportunidades socioculturales óptimas.

Las dificultades para dominar estas aptitudes académicas clave (lectura, escritura o matemáticas), hace que el rendimiento sea más bajo en las áreas afectadas. También pueden impedir el aprendizaje de otras asignaturas académicas (p.ej., sociales, naturales, historia).

Estas dificultades de aprendizaje son muy evidentes en los primeros años de escolarización, pero también puede darse el caso de que se manifiesten en cursos escolares posteriores, cuando las exigencias de aprendizaje aumentan.

Los trastornos de aprendizaje son comunes, afectan entre un 5 y un 15% de los estudiantes, y son una de las principales causas del fracaso escolar.

Según el DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, A.P.A., 2014), Los tres tipos de trastorno específico del aprendizaje son:

  • Con dificultades en la lectura o dislexia: lectura de palabras imprecisa o lenta y con esfuerzo (p.ej., lee palabras sueltas en voz alta incorrectamente o con lentitud, con frecuencia adivina palabras, dificultad para expresar bien las palabras), además pueden presentar dificultad para comprender el significado de lo que lee (p.ej., puede leer un texto con precisión pero no comprende la oración, las relaciones, las inferencias o el sentido profundo de lo que lee).
  •  Con dificultades en la expresión escrita: puede añadir, omitir o sustituir vocales o consonantes, comete múltiples errores gramaticales o de puntuación en una oración, organiza mal el párrafo, y  la expresión escrita de ideas no es clara.
  •  Con dificultad matemática o discalculia: les cuesta aprender el sentido de los números y los procesos de memorización de operaciones aritméticas, el cálculo es incorrecto y poco fluido (p.ej., cuenta con los dedos para sumar números de un solo dígito en lugar de recordar la operación matemática como hacen sus iguales, se pierde en el cálculo aritmético y puede intercambiar los procedimientos), y tiene dificultades en el razonamiento matemático necesario para poder resolver problemas matemáticos.

Es frecuente que las personas con dificultades en el aprendizaje, presenten de forma conjunta otro trastorno del neurodesarrollo (TDAH, trastornos de la comunicación, trastorno de espectro autista, trastorno del desarrollo de la coordinación), u otros trastornos mentales (problemas de ansiedad o depresión). Se debe realizar una evaluación neuropsicológica y clínica para poder conocer si hay o no un trastorno del aprendizaje, y si éste se presenta de manera conjunta con otro tipo de problema, para poder establecer de forma adecuada el plan de intervención psicopedagógica.

 

 

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