El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo que puede provocar problemas sociales, comunicacionales y conductuales significativos. Las destrezas de aprendizaje, pensamiento y resolución de problemas de las personas con TEA pueden variar; hay desde personas con muy altos niveles de capacidad y personas que tienen muchas dificultades. Algunas necesitan mucha ayuda en la vida diaria, mientras que otras necesitan menos. Las diferentes señales de alarma diferenciadas por las áreas afectadas son las siguientes:

 

Destrezas sociales: Los problemas sociales son uno de los síntomas más comunes de todos los tipos de TEA. Los problemas sociales no se explican simplemente por “dificultades” sociales, como ser tímidos. Algunos ejemplos de los problemas sociales relacionados con los TEA son los siguientes:

  • No responder al nombre para cuando tienen 12 meses de edad.
  • Evitar el contacto visual.
  • Preferir jugar solos y no compartir intereses con los demás.
  • Interactuar únicamente para llegar a una meta deseada.
  • Tener expresiones faciales apáticas o inadecuadas.
  • No comprender los límites del espacio personal.
  • Evitar o resistirse al contacto físico.
  • No sentir el consuelo que le dan otras personas cuando están angustiados.
  • Tener dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de sus propios sentimientos.

 

Comunicación: Cada persona con TEA tiene distintas destrezas de comunicación. Algunas personas pueden hablar bien. Otras no pueden hablar en absoluto o hablan muy poco. Algunos ejemplos de problemas de comunicación relacionados con los TEA incluyen los siguientes:

  • Presentar un retraso en las destrezas del habla y el lenguaje.
  • Repetir palabras o frases una y otra vez (ecolalia).
  • Invertir los pronombres (p. ej., decir “tú” en lugar de “yo”).
  • Dar respuestas no relacionadas con las preguntas que se les hace.
  • No señalar ni responder cuando se les señala algo.
  • Usar pocos o ningún gesto (p. ej., no decir adiós con la mano).
  • Hablar con un tono monótono, robótico o cantado.
  • No jugar a juegos de simulación (p. ej., no jugar “a darle de comer” al muñeco).
  • No comprender los chistes, el sarcasmo ni las bromas.

 

Intereses y comportamientos poco habituales: Muchas personas con TEA tienen intereses o comportamientos poco habituales. Algunos ejemplos de intereses y comportamientos poco habituales relacionados con los TEA incluyen los siguientes:

  • Formar líneas con juguetes u otros objetos.
  • Jugar con los juguetes de la misma forma todas las veces.
  • Mostrar interés por partes de los objetos (p. ej., las ruedas).
  • Ser muy organizados.
  • Irritarse con los cambios pequeños.
  • Tener intereses obsesivos.
  • Tener que seguir determinadas rutinas.
  • Aletear las manos, mecerse o girar en círculos.

 

Otros síntomas: Algunas personas con TEA tienen otros síntomas. Estos pueden incluir los siguientes:

  • Impulsividad (actuar sin pensar)
  • Corta capacidad de concentración
  • Hábitos de alimentación y sueño poco habituales o limitados.
  • Estado de ánimo o reacciones emocionales poco habituales
  • Falta de miedo o más miedo de lo esperado
  • Reacciones poco habituales al sonido, el olor, el gusto, el aspecto o el tacto de las cosas.

 

Fuentes: https://autismodiario.org y Centros para el Control y la prevención de Enfermedades (CDC)

 

 

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