La creencia en los Reyes Magos es uno de los rasgos fundamentales de la infancia. A pesar del esfuerzo de muchos padres por sostener esta creencia, los niños a menudo resuelven el enigma mucho antes. El colegio es un entorno que facilita la fantasía y promueve las relaciones, y proporciona una fuente constante de datos y razonamientos “Yo vi a mis padres colocar los regalos”, “A mí me han dicho que los Reyes son los padres”, “¿Cómo van a poder visitar en una noche todas las casas?”; por tanto, los rumores escolares están a la orden del día. La confrontación de opiniones que vive el niño es muy positiva ya que propicia el desarrollo, el razonamiento, el diálogo y la escucha, así como el esfuerzo por buscar la verdad. El niño debe formarse una opinión diferente a la expresada por sus padres, y esto cuesta.

Por ello, los profesionales aconsejan esperar hasta que el niño haya sido capaz de desmantelar el mito. Hacia los siete u ocho años es la edad en la que los niños empiezan a intuir la verdad sobre los Reyes Magos, así que este es un buen momento para hablar con ellos, sin dejar de lado la realidad particular de cada niño.

 ¿Qué debemos tener en cuenta para hablar con él?

  • No dramatizar. No ocurre nada fuera de lo normal, las consecuencias de esta conversación no van a ser de gran relevancia. Y además es muy posible que ya esté bien enterado.
  • Motivar y permitir al niño que exprese su opinión. Así se sentirá menos violento.
  • Dependiendo de la sensibilidad del niño, estas dudas pueden incluso vivirse como un engaño, aunque la inmensa mayoría de los niños comprenden con bastante exactitud lo que ocurre e incluso colaboran en mantener el mito.
  • Explicar el porqué del engaño y mostrar los propios sentimientos de los padres al respecto.
  • Utilizar el sentido del humor. Reírse de anécdotas pasadas o determinados hechos, siempre evitando ridiculizar al niño.
  • Hacerles sentir importantes y mayores, ya que ahora pueden ayudarles a guardar el secreto con otros niños menores, como pueden ser hermanos, primos o amigos.

 ¿Cómo podemos hacerlo?

Podemos hablar directamente con ellos, habiendo pensado antes qué decirles y cómo decírselo. O bien, podemos escribirles una carta como esta, pero adaptada a vuestra situación personal. No olvidemos que estamos tratando con la confianza e ilusión de los hijos, y eso merece todo el cuidado del mundo.

La idea es transmitirle con ternura la verdad sobre los Reyes Magos para que ésta les enriquezca, ya que el vacío que produce descubrir la verdad se llenará con la sensación se sentirse mayor, merecedor de entender y guardar un secreto importante, exclusivo de las personas mayores. En algunos niños es inevitable sentirse sorprendido y algo decepcionado pero saber que sus padres se convierten una vez al año en Reyes Magos por su amor por él, por sentirse orgullosos de él, independientemente de su comportamiento, dará paso a otra sensación, esta vez de satisfacción.

 

Hola Alex:

Somos los Reyes Magos.

En realidad, lo importante no es que seamos Reyes ni Magos. Lo importante es que somos unas personas que te quieren, que saben cómo sientes y cómo es tu corazón.

Sabemos tantas cosas de ti como tus padres: que haces el Kumon, que vas a Karate, que tu profesor se llama Víctor y hasta sabemos que tienes una peca preciosa en el dedo gordo de tu mano derecha. Sabemos que te esfuerzas en hacer bien las cosas, que intentas no pelearte con tus hermanos (aunque a veces no lo consigas) y que muchas veces ayudas a papá y mamá.

Y sabemos que ya tienes 7 años y medio…. casi 8.

Ha llegado el momento de compartir contigo nuestro SECRETO. Cuando un niño deja de ser niño y se convierte en HOMBRECITO está preparado para guardar nuestro secreto sin decírselo a sus hermanos menores o a otros niños que no lo saben. Pocos saben la GRAN VERDAD… los que son capaces de conocer el MISTERIO DE LOS REYES MAGOS sin decírselo a los demás. Y es el momento de que lo sepas tú.

Nuestro gran secreto es que… nosotros existimos únicamente en el corazón, en el corazón de todos los Papás y Mamás del mundo. La verdad es que no existen los Reyes Magos como personas…. pues no podrían vivir eternamente. Los que ponen tus juguetes por la noche mientras tú duermes son… ¡tus papás! Si, son tus padres.

Y te ponen juguetes porque creen que eres un buen muchacho, un buen hijo, un buen hermano, un buen amigo, un buen nieto, un buen alumno, un buen katareka, un buen lector, un buen estudiante…en fin, un niño que se merece que sus papás le demuestren lo orgullosos que están de él. No importa lo que has hecho o cómo lo has hecho sino lo especial que eres para tus padres.

Querido Alex. Tu Papá y tu Mamá son felices porque tú existes, porque tú eres su querido hijo y no otro niño. Tus padres son felices porque disfrutan de ti, de tu manera de ser. Tienes la virtud de hacer felices a todas las personas que te quieren y eso…eso se merece una sorpresa tan grande como la de creer en los Reyes Magos.

Tu hermano Enrique sabe nuestro secreto desde hace muchos años y no lo ha dicho a nadie. De él también estamos muy orgullosos, aunque a veces nos enfademos un poquito. Contamos contigo para que tú tampoco se lo cuentes a tu hermanito Ignasi. Le dejaremos que crea en los Reyes Magos un año más.

Un besito muy fuerte de parte de tu Papá y tu Mamá.

 

 

Fuente:

www.pekekos.com

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